Destila piel
el pecho y el dolor tiene cola de iguana.
No quiero
esta fosa que crece y se expande
abdico del
trono sobre el que pende la espada de un pelo
disipo la
memoria con un gesto de parabrisas
que me la restriega
más torva que nunca.
Dónde están
los techos y los pisos
cuando la
noche me agarra sin vos.
La ceguera
no me hace efecto
porque vibro con cada cimbronazo.
No tenía
derechos cuando me proclamaste reina
destroname
antes de irte así no conservo tu forma.
Así no
sangro frente a tus ojos caídos.
Así no busco
el apoyo de los ciegos
en un campo
minado.
EXCELENTE POEMA
ResponderEliminar