miércoles, 6 de junio de 2012

Un no me importa que atraviesa los objetos, a velocidad luz, se queda con las cosas que debieran rebotar. Un para qué en el centro de la vista. Tengo tu voz clavada en mí como un cuchillo, no pensé nunca que la ternura iría a dolerme tanto.Subo la escalera porque me empujan, bajo por inercia. Hace frío y estoy sola y marchita, muriendo en color azul, y del azul al blanco, que es la nada, la nada de esta hoja que devora las palabras que no sé pronunciar.

2 comentarios:

  1. Excelente descripción de la desolación más profunda y pesada que nos habita en nuestros... ¿corazones? ¿almas? ¿espíritus? ¿sueños?

    Saludos

    J.

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